- Crowdfunding interno en una empresa.
Permite a los colaboradores aportar dinero del presupuesto de su área para apoyar un proyecto, idea o iniciativa dentro de la empresa. A diferencia del crowdfunding externo, abierto al público, el interno está restringido a colaboradores o áreas de la empresa.
- Crowdfunding basada en recompensas.
Los financiadores suelen aportar pequeñas cantidades de dinero a cambio de algún tipo de recompensa. La recompensa no tiene que ser necesariamente el artículo que se va a producir; puede ser una versión inicial de la solución con un descuento sobre lo que se espera que sea el futuro precio de venta al público.
- Crowdfunding basada en donaciones.
Los financiadores suelen donar pequeñas cantidades y, a menudo, la recompensa es inexistente, salvo la buena voluntad y quizá una reducción de impuestos. Aunque no haya una recompensa significativa, los responsables de las campañas suelen proponer recompensas digitales inteligentes y valiosas para aumentar las donaciones.
- Crowdfunding participativa.
Los financiadores que invierten dinero obtienen una parte (normalmente pequeña) del capital de la empresa o del proyecto.
- Crowdfunding basada en deuda.
Micropréstamos con la expectativa de recuperar el capital más los intereses. Es como un préstamo bancario con intereses, pero en lugar de un banco, hay varios prestamistas.
Los usuarios contribuyen con una cantidad de dinero periódica, ya sea en un momento o periodo específico (por ejemplo, cada semana o cada mes) o cuando el creador crea algo nuevo (por ejemplo, una canción, un nuevo álbum, etc.).